Saber recibir

Dar  Recibir

Son verbos que usados adecuadamente afinan nuestra inteligencia emocional.

Así como es importante el "saber dar", que habla de nuestra capacidad de bondad, (cuando no se enturbia con dobles intenciones, expectativas o facturas, que eso ya sería otra cosa). Dar sin esperar nada a cambio es un "Acto de Amor" y se suele hablar más que el "saber recibir".

El saber recibir no tiene porqué limitarse al saber agradecer o valorar lo que otra persona ofrece. Es importante, pero sería quedarnos cortos. 

He visto situaciones en que algunas personas parecieran tener una especie de "cortocircuito emocional" cuando reciben algo, sea un regalo, un cumplido, incluso un servicio profesional donde han sido atendidos como reyes. 

En esos casos suele haber un momento incómodo, cuando quien recibe, se bloquea y no sabe qué decir, cómo actuar ante esa situación. Incluso puede generar un malentendido, quedando como un ingrato, o como un prepotente. Cuando lo más probable, es que dicha reacción tenga mucho que ver con lo que se esté cargando dentro de su propia mochila emocional.

Si lo vemos desde ese punto de vista, entonces saber recibir es también una forma de quererse, de amor propio. De celebrarte y reconocerte merecedor de eso que te están dando, porque te mereces ese cariño, porque lo vales. 

En el Tantra, saber recibir es entregarse. Disfrutar del viaje donde las caricias son como esa brisa fresca que te envuelve en la playa. Cierras los ojos y te permites vivir la experiencia de sólo sentir, sin distraerte. Es darte el permiso a recibir un placer capaz de sanarte las heridas...o simplemente deleitarse del placer de estar vivo. 

Te digo un secreto, cuando estás recibiendo, también estás dando, sin necesidad de mover un dedo.